¡No pudimos elegir mejor!

El día 6 de octubre fue el día más feliz de nuestras vida y personas como Carla, nuestra oficiante de ceremonia, contribuyeron a que lo fuese. Carla es encantadora, desde el primer momento tuvimos una conexión con ella que nos decía que era la persona adecuada para oficiar nuestra ceremonia, y no nos equivocamos. Está dispuesta a todo, dándonos ideas, siempre disponible para cualquier duda o modificación. En nuestro caso, la mayor parte de nuestra ceremonia fue sorpresa. Alba, mi ahora cuñada, se puso en contacto con ella y tramaron en el más absoluto secreto que Alba y dos de nuestros mejores amigos nos dedicaran unas palabras que nos hicieron emocionar a todos y que a nosotros, en concreto, nos hizo empezar nuestro día “explotando de amor”. Solo podemos tener palabras de agradecimiento para ella y por supuesto darle las gracias por contribuir a que nuestro día fuese perfecto, porque un parte ha sido gracias a ella.